El 70% de las mujeres consideran que tener celulitis afecta su vida gravemente (1). No hay cosa que más afecta la autoimagen de las mujeres cómo la celulitis.
Los medios nos han enseñado que la celulitis es un defecto. Desde que lo que publican en revistas populares hasta los mil y un métodos para arreglar esta “imperfección”.
La realidad es que la celulitis es un proceso normal que ocurre en la mayoría de las mujeres. Mientras que se puede disminuir su gravedad, también es posible vivir bien con este “problema”.
Su historia
La celulitis no es algo nuevo. Lo hemos hecho un problema nuevo. No fue hasta 1920 que por primera vez se utilizó éste término y se empezó a oír regularmente hasta la década de los 60s.
Antiguas representaciones de belleza mostraban a mujeres con signos de celulitis.
También tenemos a Las Tres Gracias de Rubens, quien en el siglo XVII personificó a la belleza femenina ideal de ese entonces.
Solamente en las últimas décadas la sociedad ha definido al cuerpo de la mujer ideal cómo joven sin imperfecciones. No pretendo cambiarla, sino entender que la reciente definición de belleza llevó al desarrollo de la celulitis cómo una “patología”.
¿Qué es la celulitis?
Apenas estamos comenzando a realmente entender qué es éste fenómeno.
La celulitis alrededor del 85 y 98% de las mujeres después de la pubertad. No es una condición patológica, pero es de gran preocupación desde el punto de vista estético (2).
Es un estado fisiológico con el propósito de maximizar la retención de grasa para asegurarse de tener disponibilidad de calorías adecuadas para el embarazo y lactancia (1).
Es una manera de tu cuerpo para preparase para la guerra. ¿Pero por qué no lo hace sin la necesidad de esas ondulaciones raras e irregulares en la piel?
Por qué tu piel está hecha de esa manera.

Los hombres y mujeres tenemos diferentes organización de nuestro tejido conectivo, aquel que le da sostén a nuestra piel.
En la mujeres la grasa está contenido en estructuras en forma de cámaras que facilitan su protrusión hacía arriba cuando el tejido conectivo pierde la capacidad para retenerlas.
Se forman pequeñas “hernias” de grasa hacia la piel.
Por el otro lado, los hombres tienen redes entrecruzadas de tejido conectivo que permiten que la grasa se expanda lateralmente, pero no hacía arriba en la dermis.
Además de las diferencias anatómicas, parte de la culpa en la aparición y persistencia de la celulitis se la podemos dar a diferencias hormonales, específicamente al estrógeno (1).
No es sorpresa que la haya mayor incidencia de celulitis sea en mujeres, que aparezca después de la pubertad, que su condición empeora con el embarazo, el ciclo menstrual y con el uso de anticonceptivos (1).
Estrógeno por todos lados.
Resulta que ésta hormona causa alteraciones en los fibroblastos (las células que producen colágeno) produciendo una cascada de procesos que resultan en modificaciones estructurales que facilitan la protrusión de grasa hacía la dermis, así como pobre circulación y retención de agua (6). Además, el estrógeno tiene influencia en el crecimiento de las células de grasa en la piel (7).
Es claro que la celulitis es un proceso que involucra muchos factores anatómicas y fisiológicos pecularies de la mujer.
No es lo mismo tener celulitis y tener sobrepeso
La celulitis va más allá que una simple acumulación de grasa. Mientras que un exceso de grasa corporal puede empeorar la celulitis, ambos procesos son cosas distintas (2,4).
La confusión entre estas dos condiciones llevan a muchas mujeres a querer perder peso de cualquier manera posible: jugos de “detoxificación” y dietas mágicas de 10 kilos en 2 semanas.
Lógicamente se baja de peso, pero la situación se vuelve peor. Los músculos pierden tono y la piel se vuelve flácida. Nadie quiere eso. Incluso muchas veces la celulitis empeora al bajar de peso (5).
La solución no se encuentra en simplemente bajar unas tallas. De hecho puede haber mujeres delgadas con celulitis (3).
Mientras que perder unos kilos extra ayuda, importa mucho más la manera en que llegaste a esa pérdida. Pero más sobre como tratar la celulitis en la Parte II.
Tener celulitis es normal
La celulitis es un “problema” nuevo. Es una condición compleja cuyas causas se entienden cada vez mejor.
Lo qué si es seguro es que es un proceso completamente normal.
Es parte tu anatomía y fisiología cómo mujer. No te castigues por tenerla.
Hasta mi novia Scarlett tiene celulitis.
Y ha sido nombrada como la mujer más sexy del mundo por dos años consecutivos. Que photoshop no te engañe.
Si te das cuenta que las mujeres “perfectas” no son perfectas, podrás aceptar tus imperfecciones. Tener celulitis no es una maldición. Es parte de ser mujer.
Referencias:
- Goldman, M. P., Bacci, P. A., Leibaschoff, G., Hexsel, D., & Angelini, F. (2006). Cellulite: Pathophysiology and Treatment. Taylor and Francis Group.
- Avram, M. M. (2004). Cellulite: a review of its physiology and treatment. Journal of cosmetic and laser therapy : official publication of the European Society for Laser Dermatology, 6(4), 181–5.
- Kravitz, B. L., & Achenbach, N. J. (2007). Cellulite : A Review of Its Anatomy , Physiology and Treatment, 1–9.
- Rosenbaum, M., Prieto, V., Hellmer, J., Boschmann, M., Krueger, J., Leibel, R. L., & Ship, A. G. (1998). An exploratory investigation of the morphology and biochemistry of cellulite. Plastic and reconstructive surgery, 101(7), 1934–9.
- Smalls, L. K., Hicks, M., Passeretti, D., Gersin, K., Kitzmiller, W. J., Bakhsh, A., … Visscher, M. O. (2006). Effect of weight loss on cellulite: gynoid lypodystrophy. Plastic and reconstructive surgery, 118(2), 510–6.
- Lupi, O., Semenovitch, I. J., Treu, C., Bottino, D., & Bouskela, E. (2007). Evaluation of the effects of caffeine in the microcirculation and edema on thighs and buttocks using the orthogonal polarization spectral imaging and clinical parameters. Journal of cosmetic dermatology, 6(2), 102–7.
- Hexsel, D., & Mazzuco, R. (2013). Cellulite. (A. Tosti & D. Hexsel, Eds.)Cosmetic Dermatology, 21–33.