El poder de tu mente: La guía para aprender, dominar y aprovechar al máximo tus ejercicios

El entrenamiento de resistencia es como cualquier otra actividad que requiere usar tu cuerpo. Es como jugar un deporte o tocar un instrumento musical. Para mejorar tu desempeño tienes que practicar pero, ¿sabes cómo sacarle el mayor provecho?

Averigualo en el artículo que escribí para Fitness Playbook:

===> [El poder de tu mente: La guía para aprender, dominar y aprovechar al máximo tus ejercicios] <===

Nos la pasámos rascándonos la cabeza buscando la mejor manera de aprender y dominar los diferentes ejercicios que forman parte de nuestro entrenamiento.

¿En qué me tengo que enfocar? ¿Doblo las rodillas? ¿Aprieto el abdomen? ¿Enderezo la espalda? ¿Qué debo de sentir?

Hay una solución.

A partir de lo que se conoce acerca del aprendizaje y desempeño en actividades físicas, desarrollé un sistema de tres partes que te ayudará a aprender y a sacarle el máximo provecho a cualquier ejercicio:

  1. Enfoque
  2. Percatación muscular
  3. Visualización mental

Todos los detalles en el artículo.

No tienes que hacer esto

El mundo del fitness está repleto de cosas que tienes que hacer .

Tienes que desayunar.

Tienes que levantar pesado.

Tienes que hacer sentadillas.

Tienes que hacer cardio.

Tienes que hacer…

¿Pero sabes qué?

No tienes que hacer ninguna de estas cosas.

Si no quieres hacer peso muerto, no lo hagas.

Si no quieres desayunar, no desayunes.

Si no quieres correr, no corras.

Si no quieres comer carne, no comas carne.

Si no quieres hacer algo, no lo hagas.

Nadie te puede decir qué tienes que hacer.

Incluso yo. Si te doy una recomendación en un artículo, por más maravilloso que yo piense que es, pero que no consideras aplicable a tu situación… no la tomes.

Sin embargo, es importante reconocer que hay mejores métodos que otros para determinadas metas.

Por ejemplo, si quieres quemar grasa y darle forma a tus músculos pero no quieres entrenar para fuerza, ya sea con tu propio cuerpo o pesas, es importante que reconozcas que no lo lograrás de la manera más eficiente posible.

Si estás de acuerdo con eso, perfecto.

Lo importante es saber por qué estás haciendo lo que estás haciendo y las implicaciones involucradas de tu decisión.

Ve tus opciones, analízalas críticamente, y toma una decisión consciente.

No una basada en lo que alguien te dijo que tienes que hacer.

La única persona capaz de decirte eso eres tú.

La guía definitiva de entrenamiento para principiantes

Empezar es lo más difícil. Te sientes confundido o confundida y tienes mil preguntas que nadie parece contestar:

–¿Hago pecho y bíceps un día, espalda y tríceps el otro, y pierna después?

–¿O mejor entreno cuerpo completo?      

–¿Cómo ordeno los ejercicios?

–¿Tengo que hacer cardio?

–¿Cuántas veces tengo que entrenar? ¿Tres veces por semana está bien o cuatro es mejor?

–¿Cuántas series y repeticiones hago? ¿Es mejor 3×10 o 4×8?

Entre tantos caminos para tomar, el proceso se vuelve abrumador. Es normal, todos comenzamos igual.

En esta guía aprenderás todo lo que necesitas saber para empezar con el pie derecho.

No importa si eres hombre o mujer, o si tienes 20 o 60 años, este artículo es para ti si:

  • Nunca has entrenado en tu vida y buscas cómo empezar.
  • Has intentado de todo, pero no obtienes resultados.
  • Nunca has entrenado consistentemente por más de 1 año (consistente= entrenar al menos 40 semanas de las 52 del año).
  • Entrenaste consistentemente en el pasado, pero dejaste de entrenar por 1 año o más y quieres retomar las riendas.

La mejor manera de entrenar para principiantes 

La mejor manera de progresar es entrenar todo el cuerpo tres veces por semana con 4-6 ejercicios.

–¿Por qué tan poquito?

Porque no necesitas más (LINK A MAS NO ES MEJOR). Considérate como una semilla preparándose para florecer: necesitas cierta cantidad de agua administrada en intervalos adecuados. Darte más agua más seguido no te hará crecer más rápido, igual y hasta te ahoga.

Tampoco necesitas (tanta) variedad. No requieres dividir tus entrenamientos por grupos musculares (lunes de pecho y bíceps, miércoles de pierna, etc.), ni hacer 8 diferentes ejercicios para cada uno de ellos. Como principiante, te recuperas rápidamente de una sesión de entrenamiento. Requieres 24-72 horas para adaptarte a un estímulo, es decir, puedes hacer una rutina de cuerpo completo el lunes y repetir la misma rutina el miércoles, y aún así progresar.

Al entrenar todo el cuerpo de manera intermitente avanzarás más rápido y ahorrarás tiempo.

Manos a la obra.

Creando tu rutina

Seleccionar los ejercicios

Debido a que entrenarás tres veces por semana con pocos ejercicios es importante seleccionar aquellos que te darán más por menos, aquellos que entrenan muchos músculos al mismo tiempo. En este contexto, una lagartija es mejor que un curl de bíceps: la primera entrena el pecho, tríceps, hombro y abdomen, mientras que la segunda entrena, pues, el bíceps.

En lugar de dividir los ejercicios por músculos los clasificaremos en 5 grupos:

  1. Ejercicios de empuje
  2. Ejercicios de tracción
  3. Ejercicios dominantes de cadera
  4. Ejercicios dominante de rodilla
  5. Ejercicios de abdomen

Es más fácil de entender de lo que crees. Veamos uno por uno:

1. Ejercicios de empuje

Como su nombre lo dice, son aquellos ejercicios en los que empujas: variaciones de press banca, lagartija/flexiones y press de hombro). Ejercitan principalmente el pecho, tríceps y hombro.

A su vez, los podemos dividir en dos subgrupos:

  • Empuje horizontal: press banca y lagartija (empujas horizontalmente con respecto a tu cuerpo)
  • Empuje vertical: press de hombro (empujas hacia arriba)

2. Ejercicios de tracción

Aquí entran todos los ejercicios en los que jalas: variaciones de remo, dominadas y pulldown. Trabajan principalmente la espalda, biceps y hombro.

Al igual que los de empuje, también podemos clasificarlos en dos subgrupos:

  • Tracción horizontal: remo (jalas horizontalmente con respecto a tu cuerpo)
  • Tracción vertical: dominada (jalas hacia abajo)

3. Ejercicios dominantes de cadera

A esta clasificación pertenecen todos los ejercicios en los que la principal articulación en juego es la cadera (el movimiento de rodilla es limitado). Por lo tanto, trabajaras más a tus glúteos e isquiotibiales (muslo posterior) que a tus cuádriceps. Algunos ejemplos son variaciones del peso muerto, puente de cadera y swings.

Fuente: Myfitnesspal.com

 4. Ejercicios dominantes de rodilla

En este grupo se involucra tanto la rodilla como la cadera. En esencia, son ejercicios que trabajarán más a tus cuádriceps en comparación con tus glúteos e isquiotibiales. Aquí entran variaciones de sentadilla, desplantes/zancadas, entre otros.

5. Ejercicios de abdomen

A este grupo pertenecen todos los ejercicios que se enfocan en tu zona media. Algunos ejemplos son planchas y rollouts.

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Organizando el programa de entrenamiento  

¿Cómo armo la rutina?  

Fácil, incluye un ejercicio de cada grupo para un total de 5 ejercicios:

  1. Peso muerto sumo con mancuerna (dominante de cadera)
  2. Lagartija/flexiones (empuje)
  3. Sentadilla split (dominante de rodilla)
  4. Remo con soporte de pecho con mancuerna (tracción)
  5. Plancha frontal (abdomen)

¿Cómo ordeno los ejercicios?

Alterna ejercicios del tren inferior (de la cintura para abajo) con los del tren superior (de la cintura para arriba); el de abdomen inclúyelo donde quieras. No te preocupes mucho por el orden, la verdad es que no importa tanto. La idea es que incluyas al menos un ejercicio de cada grupo muscular.

¿Cuántas rutinas distintas tengo que hacer en la semana?

Ya que no necesitas mucha variedad, la forma más fácil (y eficiente) de empezar es tener dos rutinas diferentes y alternar entre ellas.

Día 1:

  1. Dominante de cadera
  2. Empuje
  3. Dominante de rodilla
  4. Tracción
  5. Abdomen

Día 2:

  1. Dominante de rodilla
  2. Tracción
  3. Dominante de cadera
  4. Empuje
  5. Abdomen

Dos semanas de entrenamiento se verían así:

Semana 1:

  • Lunes: Día 1
  • Miércoles: Día 2
  • Viernes: Día 1

Semana 2:

  • Lunes: Día 2
  • Miércoles: Día 1
  • Viernes: Día 2

Un día si, un día no. Entrenas, te recuperas y vuelves a entrenar.

Organiza los días como mejor se te acomode. La única regla es que no entrenes dos días seguidos.

Un ejemplo de rutina    

Ejercicio Series x repeticiones
1.A Sentadilla split 3×8-12
1.B Remo con soporte de pecho con mancuerna 3×8-10
1.C Plancha frontal 3×15-30s
2.A Peso muerto sumo con mancuerna/pesa rusa 3×8-10
2.B Lagartija/flexiones 3×8-12

¿Cómo interpreto la rutina?

Los ejercicios están clasificados por números y letras. Por ejemplo, usemos la rutina anterior:

2.A Peso muerto sumo con mancuerna/pesa rusa
2.B Lagartija

Haces el 2.A y luego te vas al 2.B. Al terminar el 2.B regresas al 2.A hasta que termines todas las 3 series. A esto se le denomina una superserie o biserie— dos ejercicios organizados como pares. También pueden haber triseries (1.A, 1.B y 1.C) o circuitos más largos (1.A —> 1.E). Es el mismo concepto pero con más ejercicios.

Las “series x repeticiones” se refieren al la cantidad de trabajo que harás: 3×8 significa que harás 3 rondas de 8 repeticiones.

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Cómo progresar (aplicando el principio más importante del entrenamiento)

La única manera de progresar es seguir el principio de más importante del entrenamiento: la sobrecarga progresiva. En términos simples, significa hacer más que la vez pasada: hacer una repetición más, mejorar la profundidad en la sentadilla, descansar 20 segundos menos o aumentar un poco el peso. Es imperativo imponerle un poco más de estrés (LINK) a tu cuerpo en cada entrenamiento. Si siempre haces lo mismo, te quedarás igual.

Hay diferentes maneras de aplicar este principio. Nos concentraremos en tres:

  1. Mejorar la técnica y rango de movimiento en el ejercicio
  2. Hacer más repeticiones totales
  3. Agregar más carga

1. Mejorar la técnica y rango de movimiento en el ejercicio

Aunque no parezca, mejorar tu técnica es progreso; hacerlo significa estimular a más fibras musculares. Hay una gran diferencia entre hacer 15 sentadillas con pobre equilibrio que hacerlas de manera controlada.

Y no solo importa el control del ejercicio, sino el rango de movimiento. Una sentadilla más profunda trabajará más a tus glúteos y cuadríceps que una superficial, al igual que una lagartija donde tu pecho toque el piso es mejor que aquella que no lo hace. Empieza con un rango de movimiento que controles e increméntalo paulatinamente.

Cuando se trata de entrenar, la calidad es más importante que la cantidad.   

2. Hacer más repeticiones totales

Después de dominar la técnica del ejercicio, progresa al incrementar el número de repeticiones totales.

Repeticiones totales= series x repeticiones

El objetivo es incrementar la cantidad de trabajo que puedes tolerar. Para lograrlo, primero agrega más repeticiones a cada serie, y después agrega más series a cada ejercicio. Un ejemplo lo ilustra mejor:

Ejercicio
Lagartija/flexiones

 

Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3
6 reps 8 reps 10 reps
6 reps 8 reps 10 reps
6 reps 8 reps 10 reps
Total= 18 reps Total= 24 reps Total= 30 reps

 

Sesión 4
10 reps
10 reps
10 reps
10 reps
Total= 40 reps

Terminaste haciendo más del doble de trabajo de la primer sesión. Eso es progreso.

3. Agregar más carga

Una vez que hayas dominado la técnica y que hayas incrementando el número de repeticiones, habrás ganado el derecho de aumentar la carga. Haz incrementos pequeños, pero seguros: aumenta 5-15 libras en los ejercicios del tren inferior y 2.5-10 libras en los del tren superior. Si dudas, aumenta menos peso del que consideras necesario. (Más adelante veremos cómo seleccionar el peso adecuado).

Incrementa el número de repeticiones que haces con ese mismo peso (seguimos el punto #2 de la sobrecarga progresiva) antes de volver a aumentar de peso. Para guiar tus decisiones, utiliza “la regla de las 2-4 repeticiones”, veamos un ejemplo:

Ejercicio Series x repeticiones
Sentadilla copa 3×8-12

Selecciona un peso que te permita completar 3 series de 8 repeticiones (supongamos que escogiste 50 lbs). Cada sesión de entrenamiento haz 1-3 repeticiones más hasta que completes 12 repeticiones en todas las series con el mismo peso.

Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3
50 lb x 8 reps 50 lb x 10 reps 50 lb x 12 reps
50 lb x 8 reps 50 lb x 10 reps 50 lb x 12 reps
50 lb x 9 reps 50 lb x 11 reps 50 lb x 12 reps

Una vez logrado, incrementa el peso (asumamos que lo subiste a 60 lbs). Comienza otra vez con 3 series de 8 repeticiones y repite el proceso.

Sesión 4 Sesión 5
60 lb x 8 reps 60 lb x 9 reps
60 lb x 8 reps 60 lb x 9 reps
60 lb x 8 reps 60 lb x 10 reps
Total= 18 reps Total= 24 reps

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Recapitulando: guías generales de sobrecarga progresiva   

  • Domina la técnica y rango de movimiento del ejercicio antes de incrementar el número de repeticiones totales.
  • Incrementa el número de repeticiones totales antes de aumentar la carga
    • Si es un ejercicio con tu propio cuerpo (sentadilla, desplante, lagartija, etc.), llega hasta 15-25 repeticiones antes de añadirle carga.
    • Si es un ejercicio con peso (remo sentado con cable, peso muerto sumo con mancuerna, press de piso con mancuerna, etc.), aplica la “regla de las 2-4 reps” antes de aumentar la carga.
  • Si agregar más peso no es una opción (por falta de equipo), sigue incrementando las repeticiones totales.

Cada vez que entrenes, pregúntate: ¿qué puedo hacer para lograr más que la vez pasada?

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La importancia de registrar tus entrenamientos, tu memoria no es de fiar

Hay dos maneras seguras de aplicar la sobrecarga progresiva: registrando tus entrenamientos o teniendo memoria fotográfica. Te recomiendo la primera: por más que digas que sí, no podrás acordarte de cuánto peso levantaste y cuántas repeticiones hiciste en cada serie de cada ejercicio.

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Tener una bitácora de entrenamiento te muestra lo que realmente hiciste, no lo que tu memoria cree que hiciste. Así podrás superar lo que lograste en el entrenamiento pasado (al sacar una repetición más, al hacer otra serie o al levantar un poco más de peso). Pero si no registras nada, ¿cómo sabrás qué tienes que mejorar?

Las mejorías no tienes que ser grandes– una repetición más no se ve como mucho en papel–, pero son pequeñas victorias que se suman para obtener grandes resultados.

¿Cómo me debo de sentir al terminar un ejercicio? 

Un ejercicio debe ser suficientemente retador para crear una adaptación, pero no debe de ser tan difícil al grado de no te puedas mover el siguiente día. La mejor manera para medir tu esfuerzo es mediante un escala subjetiva de intensidad:

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En las primeras semanas entrena en la escala de 7-8. Paulatinamente incrementa la dificultad hasta llegar al 9 y ahí manténte.

Por ejemplo, si escoges mancuernas de 40 lbs para hacer 8 repeticiones de press banca y al terminar sientes que pudieras haber hecho 6 reps más, no cuentes la serie. Úsala como calentamiento e incrementa el peso a 45 lbs.

Si al terminar las 8 repeticiones con el nuevo peso sientes que solo pudieras haber sacado 2 más, seleccionaste el peso adecuado.

No tienes que matarte para obtener resultados. Entrenar a una intensidad de 10 es innecesario y contraproducente. El entrenamiento sirve para estimularte, no aniquilarte.

Sin embargo, esto no significa que entrenar tenga que ser fácil. Al principio es difícil valorar tu esfuerzo y saber lo que eres capaz de lograr. He tenido clientes que me dicen que solo pueden sacar 2 repeticiones más, pero al retarlos a sacar todas las que puedan terminan haciendo el doble de lo que originalmente habían pensado. No te apures, es una habilidad que afinarás con el tiempo.

¿Cuántas series y repeticiones tengo que hacer?

Las series y repeticiones no importan. Leíste bien, no importan –al menos no tanto como tú crees–. Lo que hace la diferencia es que apliques la sobrecarga progresiva, que mejores en algo cada vez que entrenes.

Ve a las series y repeticiones como una pendiente hacia arriba:

Series x Reps (1)

Para progresar tienes que ir subiendo. Usar 2×15 repeticiones o 3×10 es irrelevante, lo importante es que subas. Empieza con pocas repeticiones totales (2-3 series de 8-10 repeticiones) e increméntalas lentamente a través del tiempo.

Un ejemplo:

Semana Series x repeticiones Repeticiones totales
1 2×10 20
2 3×8 24
3 3×10 30
4 3×12 36
5 4×10 40

Llegarás a un punto en el que no podrás (ni querrás) seguir incrementando las series y repeticiones. Como regla general, llega a 4×10-12 en ejercicios con peso (press banca, remo con mancuerna, etc.) y a 4×15-25 repeticiones en ejercicio con tu propio peso (lagartija/flexiones, desplantes/zancadas, etc.) Una vez que llegues a ese punto incrementa el peso o busca variaciones del ejercicio más retadoras.

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¿Y qué me dices de “cardio”?

Hacer “cardio” está sobreenfatizado. No tienes que hacerlo para mejorar tu cuerpo y salud. Esto no significa que “cardio” no ayude, sino que es prescindible. Tu prioridad es el entrenamiento de resistencia (de fuerza, con pesas, con tu propio cuerpo)FOOTNOTE, cardio viene después.

FOOTNOTE: El entrenamiento de resistencia es cualquier tipo de entrenamiento en el que aplicas fuerza contra una resistencia externa, ya sea tu propio cuerpo, una barra, mancuernas, ligas, la carga de una máquina, o pesas rusas.

Si no te gusta, no tienes que hacerlo. El entrenamiento de resistencia es suficiente para mejorar tu condición física y definir tu cuerpo.

Si lo disfrutas, practícalo 1-2 veces por semana en tus días de descanso. Cómo implementarlo depende de dónde estés comenzando:

  • Si nunca has entrenado en tu vida, sal a caminar por 20-40 minutos. Camina a la velocidad que usarías si alguien te estuviera siguiendo.
  • Si caminar es muy fácil, usa cualquier modalidad que disfrutes: trotar, andar en bici o nadar. Hazlo por 20-40 minutos.
  • Si buscas otro reto o no tienes mucho tiempo, implementa intervalos en bicicleta:
    • Alterna 30 segundos de pedalear a una intensidad de 7-8 (ver escala arriba) con 90s a una intensidad de 2-3 (30s rápido, 90s lento, 30s rápido, 90s lento…). Haz 8 intervalos para un total de 16 minutos.
    • ¿Muy fácil? Cambia los intervalos de intensidad moderada a 45s y los de intensidad baja a 75s.

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En resumen

  • La mejor manera de entrenar para principiantes es entrenar todo el cuerpo tres veces por semana con 4-6 ejercicios.
  • Incluye al menos un ejercicio de cada grupo: empuje, tracción, dominante de rodilla, dominante de cadera y abdomen.
  • Aplica la sobrecarga progresiva (¿qué puedo hacer para lograr más que la vez pasada?). Solo recuerda, la mejorías en técnica vienen primero, los incrementos en repeticiones después y los aumentos en carga al último.
  • No tienes que matarte en cada entrenamiento. El objetivo es estimular a tu cuerpo, no aniquilarlo.
  • No le des tanta importante a las series y repeticiones, lo que importa es que superes lo que hiciste en el entrenamiento pasado.
  • Si no te gusta cardio, no tienes que hacerlo.

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¿Cómo puedo mejorar esta guía? ¿Qué duda te gustaría que resuelva?  

Enfócate en el proceso, no en el resultado

Todos tenemos metas.

Queremos quemar grasa, aumentar masa muscular, ser más fuerte, tener más energía, mejorar salud, vivir más…

Queremos construir un negocio, tocar un instrumento, empezar un blog, mejorar nuestras relaciones, viajar más, aprender otro idioma, y la lista puede seguir y seguir.

El problema es nos enfocamos demasiado en la meta en sí. Queremos obtenerla ya y constantemente anhelamos el día en que la obtendremos.

Mientras que establecer metas es una excelente idea, enfocarte demasiado en ellas puede drenar tu motivación y puede sabotear tus intentos por alcanzarlas.

No estoy diciendo que no fijes metas, sino que una vez que las establezcas las saques de tu cabeza por un momento— especialmente si son de largo plazo.

Ahora enfócate en el proceso.

Aunque suene cliché, una meta orientada en el proceso se enfoca en el camino, no en el destino.

Digamos que tu meta es bajar de peso.

Si te enfocas solamente en el resultado, estos pueden ser pensamientos que pasan por tu cabeza:

“Día 1= 85 kg. Comenzamos.”

“Día 3= 84.7 kg. No baje casi nada. No importa apenas voy empezando.”

“Día 6= 84.3 kg. Lento, pero ahí va.”

“Día 9= 85.1 kg. ¿Qué $&”·”%·$? ¿Por qué subí de peso?”

“Día 12= 84.2 kg. ¿Qué paso ahí? Bueno, no me quejo.”

¿Estresante verdad?

Por el otro lado, si te enfocas en el proceso las cosas se ven diferente:

“HOY me la voy a rifar en el gimnasio…cuando haga el peso muerto, voy a mantener buena técnica, apretar mi dorsal ancho, empujar el piso lejos de mi, contraer glúteos…”

“HOY voy a tratar de caminar un poco más… me voy a levantar de mi escritorio cada hora e iré a tomar agua… voy a caminar mientras hablo por el celular.”

“HOY voy poner más atención a la manera en que como… voy a comer un poco más despacio… terminaré de comer cuando esté 80% llena… satisfecha, pero no atascada.”

“HOY voy a prepararme mis comidas diferente… estoy intentando nuevas recetas con ingredientes más naturales…que divertido.”

¿Ves la diferencia?

Tu meta orientada a resultados se enfoca en el fin.

Tu meta orientada a el proceso se enfoca en los medios.

Enfocarte en el proceso siempre puede ir orientado a obtener un meta. Lo que cambia es la manera en que percibes las cosas.

Establecer una meta, y después enfocarse en el proceso hace muchísimo más placentero el camino hacia lo que deseas lograr.

Una vez que tengas tu meta, ahora trabaja para atrás y pregúntate: ¿qué procesos necesito llevar a cabo para obtener esta meta?

Puede ser ir al gimnasio 4 veces por semana, preparar todas mis comidas, dormir al menos 7 horas, aprender a cocinar, etc.

Cada día escoge y enfócate en los pasos que al largo plazo te llevarán a tu meta.

Si ejecutas el plan y te enfocas en él, tu meta será un placentero efecto secundario.

Y esto no solo aplica al mundo de fitness. Aplica a cualquier cosa que quieras atacar en la vida.

¿Cuántas veces nuestra mente se desvía a lo que queremos obtener en el futuro que nos olvidamos de lo que estamos haciendo el presente?

Ya quiero tener equis cantidad de dinero, ya quiero tener esa promoción, ya quiero terminar de escribir mi libro, ya quiero…

Si te enfocas en el proceso, cuando menos te des cuenta habrás llegado a tu destino.

Y te divertirás más en el camino.