No tienes que hacer esto

El mundo del fitness está repleto de cosas que tienes que hacer .

Tienes que desayunar.

Tienes que levantar pesado.

Tienes que hacer sentadillas.

Tienes que hacer cardio.

Tienes que hacer…

¿Pero sabes qué?

No tienes que hacer ninguna de estas cosas.

Si no quieres hacer peso muerto, no lo hagas.

Si no quieres desayunar, no desayunes.

Si no quieres correr, no corras.

Si no quieres comer carne, no comas carne.

Si no quieres hacer algo, no lo hagas.

Nadie te puede decir qué tienes que hacer.

Incluso yo. Si te doy una recomendación en un artículo, por más maravilloso que yo piense que es, pero que no consideras aplicable a tu situación… no la tomes.

Sin embargo, es importante reconocer que hay mejores métodos que otros para determinadas metas.

Por ejemplo, si quieres quemar grasa y darle forma a tus músculos pero no quieres entrenar para fuerza, ya sea con tu propio cuerpo o pesas, es importante que reconozcas que no lo lograrás de la manera más eficiente posible.

Si estás de acuerdo con eso, perfecto.

Lo importante es saber por qué estás haciendo lo que estás haciendo y las implicaciones involucradas de tu decisión.

Ve tus opciones, analízalas críticamente, y toma una decisión consciente.

No una basada en lo que alguien te dijo que tienes que hacer.

La única persona capaz de decirte eso eres tú.

8 mitos de fitness que deben de morir ya

Existen docenas de mitos que no solo dificultan el progreso, sino que crean frustración y estrés innecesario. Yo me lo creía todos y es una gran alivio mental saber que no son ciertos. Mantén una mente abierta y estate dispuesto a cambiar de opinión.

Es hora de eliminar la confusión y matar estos mitos de una vez por todas.

1. El desayuno es la comida más importante del día

De acuerdo a esta idea, el desayuno es de primordial importancia para empezar bien tu día. Debe ser la comida más grande para que las calorías consumidas sean quemadas durante el día. Al llenarnos en el desayuno, evitamos quedarnos sin energía. Por el otro lado, al comer poco en la noche evitaremos subir de peso antes de dormir ya que nuestro gasto calórico disminuye.

Esto no puede estar más alejado de la verdad.  La realidad es que el desayuno es como cualquier otra comida. Ni más ni menos importante.

Si disfrutas desayunar en grande, adelante.

Si prefieres algo pequeño, estupendo.

Y si de plano no quieres desayunar, no tienes que hacerlo. Esto nos lleva al mito número dos.

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La evidencia: La comida más importante del día: NO es el desayuno

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2. El ayuno es malo

No sé por qué el ayuno comenzó a ser demonizado. Mi teoría es que si dejas de comer, nadie vende nada. Si nadie vende nada, nadie gana dinero.

¿Conspiración? Quien sabe. Pero mejor no nos metamos en eso.

El punto es que no pasa si dejas de comer. Incluso si lo haces por 24 horas.

Te lo prometo.

No vas a entrenar en “modo de inanición” y tu músculo no se irá a ningún lado. Al contrario, puedes obtener bastantes beneficios como incrementos en metabolismo (leíste bien), pérdida de peso, disminución en niveles de insulina y marcadores de inflamación, entre muchos otros.

Si por alguna razón no comiste por un periodo prolongado, relájate. No pasa absolutamente nada. De hecho te recomendaría que ayunarás por 24 horas de vez en cuando.

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La evidencia: El desayuno es opcional… y 16 beneficios de saltártelo

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3. Cardio es mejor que pesas para quemar grasa

¿Cardio quema calorías? Sí.

¿Cardio te ayuda a quemar grasa? Por supuesto.

Sin embargo, es ineficiente cuando se compara con el entrenamiento con pesas. Lo que éste tiene que cardio carece es la capacidad de darle forma a tus músulos y quemar calorías tanto antes como después del ejercicio.

En un mundo donde tuviéramos que escoger uno de las dos, el entrenamiento con pesas triunfaría. Sin lugar a duda. Sin embargo, no es una situación de escoger uno sobre el otro.

La clave es darle prioridad al entrenamiento con pesas y suplementarlo con cardio. Piensa que el entrenamiento con pesas es tu plato fuerte. Cardio es el postre.

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La evidencia: Cardio vs. Pesas. ¿Cuál es mejor para quemar grasa?

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4. Tienes que hacer abdominales para quemar grasa en el abdomen

Es lógico, pero tristemente no es cierto.

No por qué hagas curls de bíceps vas a quemar grasa en el bíceps y no por qué trabajes pierna vas a quemar grasa en las piernas.

No tenemos el más mínimo control sobre donde perdemos grasa. Tu cuerpo lo hará de donde se le antoje y en el orden en que se le antoje.

Va a agarrar más de unas partes y menos de otras. Eso lo determinará tu genética. Es por eso que los hombres regularmente batallamos con la grasa en la parte inferior del abdomen y las mujeres en las piernas.

Si quieres quemar grasa enfócate en entrenar con pesas, hacer algo de cardio y controlar tu alimentación. No te castigues si no pierdes grasa inmediatamente de donde tu deseas. Recuerda que no podemos controlar eso.

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La evidencia: ¿Existe la quema de grasa localizada?

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5. Las mujeres se pondrán grandes y musculosas si entrenan con pesas

No te preocupes, eso no ocurrirá.

En promedio, las mujeres sólo tienen 5% de los niveles de testosterona de los hombres. ¡Veinte veces menos! Esta gran diferencia hormonal hace muy, pero muy difícil obtener el cuerpo que tanto temes.

Entrenar duro con pesas no hará otra cosa más que ayudarte a quemar grasa, obtener el cuerpo que deseas y sentirte mejor que nunca.

No le tengas miedo.

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La evidencia: 8 cosas que las mujeres deberían de saber acerca del entrenamiento con pesas

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6. Tienes que comer cada 2-3 horas para aumentar tu metabolismo

Recuerdo aquellos tiempos en los que siempre estaba atento al reloj para asegurarme que no pasarán más de tres horas sin comer.

Qué estresante.

Lo bueno que eso ya está en el pasado.

La verdad es que no importa cuantas veces comes en el día. Lo que más importa son las calorías totales que consumes en el día. No importa si las repartes en 1, 3, 6 o 20 comidas. Si las calorías son las mismas, tu metabolismo se mantendrá igual.

Las veces que comes durante el día debe de ser dictado por tu estilo de vida y preferencias personales, no por la idea errónea de que comer frecuentemente aumenta tu metabolismo.

Experimenta, escoge una frecuencia de comidas que más se te acomode y mantenla.

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La evidencia: Comer cada 2-3 horas NO aumenta tu metabolismo

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7. Las grasas son malas para la salud

Las grasas son demonizadas cómo la causa de muchos problemas de salud. Pero las necesitamos para un sin fin de funciones. Con decirte que forman parte todas nuestras células y de nuestro cerebro te puedes dar una idea de su importancia. También ayudan a formar hormonas como la testosterona, a transportar vitaminas y a sentirte más lleno por más tiempo.

Pero no todas las grasas son iguales. Algunas son “buenas” y otras “malas”.

Tienes razón, no todas son iguales. Pero la clasificación de “buenas” (monoinsaturadas y poliinsaturadas) y “malas” (saturadas) no es del todo correcta.

La clave para una salud óptima es un balance de las tres.

Por ejemplo, una ingesta excesiva de grasas saturadas fuera de balance con las insaturadas se asocia con enfermedad cardiovascular, Alzheimer y diabetes.

Por el otro lado, un consumo excesivo de omega-6 (una grasa poliinsaturada “buena”) incrementa la mortalidad por cualquier causa y por enfermedad cardiovascular.

El problema no se encuentra en el consumo de un tipo, sino en su consumo excesivo más la falta de los otros.

Cómo todo en la vida, la moderación es clave.

Así que no le tengas miedo a las grasas, las necesitas. Incluye una variedad de ellas en tu dieta como carne, aceite de coco, mantequilla, pescados grasosos como salmón, nueces y semillas.

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La evidencia: La Guía Definitiva de Nutrición para Principiantes

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8. Comer carbohidratos en la noche engordan

La teoría detrás de limitar los carbohidratos por la noche es que ya no los usaremos debido a que no haremos ningún tipo de actividad física. Nos dormimos y nuestro metabolismo disminuye por lo cuál existe una mayor probabilidad de almacenarlos como grasa.

Suena bastante lógico, pero es rotundamente falso.

Para empezar, tu tasa metabólica no se disminuye mientras duermes. Si comes mucho en la noche no se terminará almacenando como grasa. Al contario, tu metabolismo se acelerará para digerir lo que consumiste.

Lo que engorda es consumir un exceso de calorías. Importa la cantidad, no cuando consumas esa cantidad durante el día.

De hecho, comer más carbohidratos en la noche puede ser una mejor opción para muchos. Leíste bien. Comer carbohidratos en la noche puede ser una mejor opción.

Es muchísimo más fácil de cumplir ya que se ajusta perfectamente a nuestro horario social. Además, te puede ayudar a mantenerte más alerta durante el día, te puede ayudar a dormir mejor y puede significar una mayor pérdida de grasa y mejor salud.

Así que relájate y disfruta tus carbohidratos nocturnos.

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La evidencia: ¿Comer carbohidratos en la noche es MEJOR?

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La guía definitiva de nutrición para principiantes

Cuando se trata de cambiar nuestra alimentación, tendemos a complicar las cosas más de lo que deberíamos. Analizamos mil y un dietas tratando de buscar la solución mágica. Seguimos el protocolo de nutrición que esté de moda. Nos estresamos por pequeños detalles, nos paralizamos y terminamos haciendo absolutamente nada.

No tiene que ser así de difícil. No necesitas una dieta ni tampoco requieres conocimientos avanzados en nutrición. Necesitas crear buenos hábitos alimenticios que poco a poco te irán guiando hacia tus metas.

Si buscas una guía para mejorar tus decisiones alimenticias, has llegado al lugar indicado. Cambia un hábito a la vez y lleva tu nutrición a otro nivel.

1. Come verduras en todas tus comidas. Entre más, mejor.

Hazle caso a lo que decía tu abuelita y come todas tus verduras.

No necesitas ser un científico para saber que son buenas para ti. Sin embargo, no consumimos las suficientes. Son bajas en calorías, ricas en nutrientes y su contenido de fibra ayuda a que te llenes más rápido. Si te llenas más rápido, disminuirás la cantidad que comes.

Si recurrimos a la ciencia, encontramos resultados prometedores cuando las incluyes como parte esencial de tu dieta. Por ejemplo, aquellas personas que consumen más verduras regularmente pierden peso más fácilmente (1). No solo eso, sino que tienen un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa (2).

verdurasNo solo te verás mejor, sino que te sentirás mejor. Nada mal para un cambio tan simple.[color-box]

Acción a Tomar

Come dos porciones de verduras en todas tus comidas. Una porción es alrededor del tamaño de tu puño.

Las que quieras y preparadas como quieras.

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2. Come proteína en todas tus comidas.

La proteína de la dieta es esencial. No por nada viene de la palabra griega “proteos” que significa “de primordial importancia”.

Uno de sus beneficios es que te puede ayudar a perder peso. Por ejemplo, consumir un desayuno rico en proteína ayuda a controlar el apetito y disminuir la cantidad de calorías que comes durante el resto del día (3).

Además, es el nutriente con el mayor efecto térmico, quemando alrededor de 25-30% de las calorías que consumes (4). Y sin duda es necesario para el aumento de masa muscular que deseas.

Desafortunadamente, muchas veces consumimos menos de lo que deberíamos. Pero no te preocupes, la puedes conseguir fácilmente si consumes al menos una fuente de proteína en todas tus comidas.

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Acción a Tomar

Cada vez que veas tu plato, pregúntate: ¿Dónde está mi proteína? Si no la puedes identificar, tu comida aún no está completa. Asegúrate de darle prioridad.

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3. Evita bebidas calóricas. Haz del agua tu mejor amiga.

Muy seguido consumimos demasiadas calorías en forma de bebidas. Son de pobre valor nutrimental y además nos las tomamos como si nada.

Al reemplazarlas por agua evitaríamos calorías innecesarias. No solo eso, sino que tomar agua te hace sentir más lleno y como consecuencia comes menos. Se ha encontrado que personas que consumen 500 ml de agua antes de cada comida pierden más grasa (5). Incluso puede ayudar a aumentar tu metabolismo por alrededor de una hora (6).

En lugar de tomar soda… toma agua.

En lugar de tomar jugo… toma agua.

En lugar de tomar un mocha frappuccino con leche de soya light… toma café negro.

¿Qué paso ahí? ¿Te cambié la jugada?

Lo que buscamos es ahorrar calorías de pobre valor nutrimental. Al igual que el agua, el café negro (sin azúcar, crema, etc.) no tiene calorías y es una buena opción. El té verde también entra como alternativa.

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Acción a Tomar

¿Tienes sed? Toma agua.

¿Te aburriste del agua? Agrégale unos trozos de limón o pepino para darle algo de sabor.

¿Buscas algo caliente? Toma té verde o café negro.

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4. No le tengas miedo a la grasas. Las necesitas.

A veces las grasas son demonizadas como la causa de muchos problemas de salud. Pero las necesitamos para un sin fin de funciones. Forman parte de todas nuestras células y de nuestro cerebro, ayudan a formar hormonas como la testosterona, y ayudan a transportar vitaminas.

También te ayudan a sentirte más lleno por más tiempo. Las grasas alargan el tiempo de vaciamiento gástrico, es decir, los alimentos que consumes pasan más tiempo en tu estómago antes de ser digeridos.

Pero no todas las grasas son iguales. Algunas son “buenas” y otras “malas”.

Tienes razón, no todas son iguales. Pero la clasificación de “buenas” (monoinsaturadas y poliinsaturadas) y “malas” (saturadas) no es del todo correcta. La clave para una salud óptima es un balance de las tres.

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Por ejemplo, una ingesta excesiva de grasas saturadas fuera de balance con las insaturadas se asocia con enfermedad cardiovascular, Alzheimer, diabetes y cáncer de mama (7,8,9,10,11).

Por el otro lado, un consumo excesivo de omega-6 (una grasa poliinsaturada “buena”) incrementa la mortalidad por cualquier causa y por enfermedad cardiovascular (12).

El problema no se encuentra en el consumo de un tipo, sino en su consumo excesivo más la falta de los otros.

Como todo en la vida, la moderación es clave.

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Acción a Tomar

Debido a que obtienes suficientes grasas saturadas de la proteína animal que consumes, solo asegúrate de incluir algo de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas en tu dieta.

Come nueces como snack. Cena salmón de vez en cuando. Échale linaza en polvo a tu licuados o ensaladas. Agrega aguacate a tus comidas o cómetelo solo. Tu imaginación es el límite.

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5. Dale énfasis a los carbohidratos después de entrenar.

Al igual que las grasas, a veces le tenemos miedo a los carbohidratos como si fueran la causa de sobrepeso. Pero los necesitamos para vivir. Tu cerebro los requiere y los demanda al igual que un koala necesita de sus hojas de eucalipto.

Por ejemplo, la vitamina C es suplido casi en su totalidad por carbohidratos. La vitamina A también entra en la lista— al menos que te guste comer hígado (¡ugh!).

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El mejor tiempo de consumir carbohidratos es después de entrenar, especialmente cuando entrenas con pesas. Simplemente porque se incrementa tu capacidad para utilizarlos y almacenarlos en tus músculos.

Piensa en los carbohidratos como si fueran gasolina. Los necesitas cuando tu tanque se ha agotado. La única manera de agotarlo es con ejercicio.

Si un día no te ejercitaste, no necesitas tanto de ellos.

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Acción a Tomar

Los días que entrenes consume un poco más de carbohidratos, especialmente después de entrenar. Aquí es el tiempo para consumir más tubérculos y cereales.

En los demás días, mantén a su consumo un poco más bajo y dale preferencia a verduras, frutas y legumbres.

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6. Minimiza el consumo de productos procesados.

En la dieta moderna muchos de los alimentos naturales han sido desplazados por comidas de conveniencia bajas en vitaminas y minerales.

Deficiencias nutricionales que no se habían visto por cientos de años, están comenzando a reaparecer. Con estas deficiencias viene una pobre salud, mayor riesgo de enfermedad, obesidad y mucho más.

Para verte y sentirte bien es imperativo consumir alimentos de verdad.

Al escoger tus comidas, pregúntate si alguna vez has visto lo que estas a punto de comer creciendo de la tierra o corriendo alrededor del campo en algún lado.

Si la respuesta es no, estás a punto de comer una comida procesada.

No se tú, pero nunca he visto esto creciendo en algún árbol.
No se tú, pero nunca he visto esto creciendo en algún árbol.

Además de sus beneficios a la salud, un extra de comer alimentos no procesados es que te permiten comer más (en peso) y consumir menos calorías. Nada de andar sufriendo con hambre cuando tengas que restringir tus calorías.

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Acción a Tomar

Asegúrate de que el 90% de tu dieta sea basada en alimentos encontrados de la manera más cercana posible a como te los ofrece el planeta Tierra.

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7. Haz que tu plato se vea de esta manera

Tener una referencia visual ayuda más que mil palabras. Cuando estés en duda, haz que tu plato se vea de la siguiente manera.

Tu Plato Típico

Cualquier comida que no sea justo después de entrenar

Plato tipico normal BIEN

  • Vegetales – Incluye una variedad de vegetales. Las que quieras.
  • Proteína – Puedes seleccionar opciones como carne roja, pescado, pollo y puerco.
  • Carbohidratos – Debido a que no has entrenado, no necesitas tantos carbohidratos. Sin embargo, no tengas miedo de incluir algunas de tus fuentes preferidas.
  • Grasas – Incluye grasas como aceites saludables, nueces o semillas.

Tu Plato Post-Entrenamiento

Tu primer comida justo después de entrenar

Plato tipico normal post BIEN

  • Vegetales – Incluye una variedad de vegetales. Las que quieras. Las frutas también son aceptables.
  • Proteína – Puedes seleccionar opciones como carne roja, pescado, pollo y puerco.
  • Carbohidratos – Ahora es el tiempo para incorporar más de ellos. Selecciona tubérculos y cereales como arroz, papa, pan y pasta.
  • Grasas – No porque no haya grasas en el plato significa que las debas de evitar por completo, simplemente minimízalas.

*Nota: Los platos mostrados son una recomendación general que funciona para la mayoría de las personas. No lo tomes como la mejor manera de alimentarse para todo mundo.

8. Sigue estos hábitos el 90% del tiempo y obtendrás resultados.

No necesitas buscar la perfección para alcanzar tus metas. Que importa si te comiste un pedazo de pastel en la fiesta de Juanito o si te tomaste dos cheves el fin de semana.

Siempre y cuando regreses a tus buenos hábitos alimenticios, no pasará absolutamente nada. No somos perfectos. No te estreses por salirte del “plan” de vez en cuando.

Si haces las cosas bien el 90% del tiempo, irás por buen camino y alcanzarás tus metas.

Cualquier pregunta o aclaración, no dudes en hacérmelo saber en los comentarios.

La guía definitiva de entrenamiento para principiantes

Empezar es lo más difícil. Te sientes confundido o confundida y tienes mil preguntas que nadie parece contestar:

–¿Hago pecho y bíceps un día, espalda y tríceps el otro, y pierna después?

–¿O mejor entreno cuerpo completo?      

–¿Cómo ordeno los ejercicios?

–¿Tengo que hacer cardio?

–¿Cuántas veces tengo que entrenar? ¿Tres veces por semana está bien o cuatro es mejor?

–¿Cuántas series y repeticiones hago? ¿Es mejor 3×10 o 4×8?

Entre tantos caminos para tomar, el proceso se vuelve abrumador. Es normal, todos comenzamos igual.

En esta guía aprenderás todo lo que necesitas saber para empezar con el pie derecho.

No importa si eres hombre o mujer, o si tienes 20 o 60 años, este artículo es para ti si:

  • Nunca has entrenado en tu vida y buscas cómo empezar.
  • Has intentado de todo, pero no obtienes resultados.
  • Nunca has entrenado consistentemente por más de 1 año (consistente= entrenar al menos 40 semanas de las 52 del año).
  • Entrenaste consistentemente en el pasado, pero dejaste de entrenar por 1 año o más y quieres retomar las riendas.

La mejor manera de entrenar para principiantes 

La mejor manera de progresar es entrenar todo el cuerpo tres veces por semana con 4-6 ejercicios.

–¿Por qué tan poquito?

Porque no necesitas más (LINK A MAS NO ES MEJOR). Considérate como una semilla preparándose para florecer: necesitas cierta cantidad de agua administrada en intervalos adecuados. Darte más agua más seguido no te hará crecer más rápido, igual y hasta te ahoga.

Tampoco necesitas (tanta) variedad. No requieres dividir tus entrenamientos por grupos musculares (lunes de pecho y bíceps, miércoles de pierna, etc.), ni hacer 8 diferentes ejercicios para cada uno de ellos. Como principiante, te recuperas rápidamente de una sesión de entrenamiento. Requieres 24-72 horas para adaptarte a un estímulo, es decir, puedes hacer una rutina de cuerpo completo el lunes y repetir la misma rutina el miércoles, y aún así progresar.

Al entrenar todo el cuerpo de manera intermitente avanzarás más rápido y ahorrarás tiempo.

Manos a la obra.

Creando tu rutina

Seleccionar los ejercicios

Debido a que entrenarás tres veces por semana con pocos ejercicios es importante seleccionar aquellos que te darán más por menos, aquellos que entrenan muchos músculos al mismo tiempo. En este contexto, una lagartija es mejor que un curl de bíceps: la primera entrena el pecho, tríceps, hombro y abdomen, mientras que la segunda entrena, pues, el bíceps.

En lugar de dividir los ejercicios por músculos los clasificaremos en 5 grupos:

  1. Ejercicios de empuje
  2. Ejercicios de tracción
  3. Ejercicios dominantes de cadera
  4. Ejercicios dominante de rodilla
  5. Ejercicios de abdomen

Es más fácil de entender de lo que crees. Veamos uno por uno:

1. Ejercicios de empuje

Como su nombre lo dice, son aquellos ejercicios en los que empujas: variaciones de press banca, lagartija/flexiones y press de hombro). Ejercitan principalmente el pecho, tríceps y hombro.

A su vez, los podemos dividir en dos subgrupos:

  • Empuje horizontal: press banca y lagartija (empujas horizontalmente con respecto a tu cuerpo)
  • Empuje vertical: press de hombro (empujas hacia arriba)

2. Ejercicios de tracción

Aquí entran todos los ejercicios en los que jalas: variaciones de remo, dominadas y pulldown. Trabajan principalmente la espalda, biceps y hombro.

Al igual que los de empuje, también podemos clasificarlos en dos subgrupos:

  • Tracción horizontal: remo (jalas horizontalmente con respecto a tu cuerpo)
  • Tracción vertical: dominada (jalas hacia abajo)

3. Ejercicios dominantes de cadera

A esta clasificación pertenecen todos los ejercicios en los que la principal articulación en juego es la cadera (el movimiento de rodilla es limitado). Por lo tanto, trabajaras más a tus glúteos e isquiotibiales (muslo posterior) que a tus cuádriceps. Algunos ejemplos son variaciones del peso muerto, puente de cadera y swings.

Fuente: Myfitnesspal.com

 4. Ejercicios dominantes de rodilla

En este grupo se involucra tanto la rodilla como la cadera. En esencia, son ejercicios que trabajarán más a tus cuádriceps en comparación con tus glúteos e isquiotibiales. Aquí entran variaciones de sentadilla, desplantes/zancadas, entre otros.

5. Ejercicios de abdomen

A este grupo pertenecen todos los ejercicios que se enfocan en tu zona media. Algunos ejemplos son planchas y rollouts.

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Organizando el programa de entrenamiento  

¿Cómo armo la rutina?  

Fácil, incluye un ejercicio de cada grupo para un total de 5 ejercicios:

  1. Peso muerto sumo con mancuerna (dominante de cadera)
  2. Lagartija/flexiones (empuje)
  3. Sentadilla split (dominante de rodilla)
  4. Remo con soporte de pecho con mancuerna (tracción)
  5. Plancha frontal (abdomen)

¿Cómo ordeno los ejercicios?

Alterna ejercicios del tren inferior (de la cintura para abajo) con los del tren superior (de la cintura para arriba); el de abdomen inclúyelo donde quieras. No te preocupes mucho por el orden, la verdad es que no importa tanto. La idea es que incluyas al menos un ejercicio de cada grupo muscular.

¿Cuántas rutinas distintas tengo que hacer en la semana?

Ya que no necesitas mucha variedad, la forma más fácil (y eficiente) de empezar es tener dos rutinas diferentes y alternar entre ellas.

Día 1:

  1. Dominante de cadera
  2. Empuje
  3. Dominante de rodilla
  4. Tracción
  5. Abdomen

Día 2:

  1. Dominante de rodilla
  2. Tracción
  3. Dominante de cadera
  4. Empuje
  5. Abdomen

Dos semanas de entrenamiento se verían así:

Semana 1:

  • Lunes: Día 1
  • Miércoles: Día 2
  • Viernes: Día 1

Semana 2:

  • Lunes: Día 2
  • Miércoles: Día 1
  • Viernes: Día 2

Un día si, un día no. Entrenas, te recuperas y vuelves a entrenar.

Organiza los días como mejor se te acomode. La única regla es que no entrenes dos días seguidos.

Un ejemplo de rutina    

Ejercicio Series x repeticiones
1.A Sentadilla split 3×8-12
1.B Remo con soporte de pecho con mancuerna 3×8-10
1.C Plancha frontal 3×15-30s
2.A Peso muerto sumo con mancuerna/pesa rusa 3×8-10
2.B Lagartija/flexiones 3×8-12

¿Cómo interpreto la rutina?

Los ejercicios están clasificados por números y letras. Por ejemplo, usemos la rutina anterior:

2.A Peso muerto sumo con mancuerna/pesa rusa
2.B Lagartija

Haces el 2.A y luego te vas al 2.B. Al terminar el 2.B regresas al 2.A hasta que termines todas las 3 series. A esto se le denomina una superserie o biserie— dos ejercicios organizados como pares. También pueden haber triseries (1.A, 1.B y 1.C) o circuitos más largos (1.A —> 1.E). Es el mismo concepto pero con más ejercicios.

Las “series x repeticiones” se refieren al la cantidad de trabajo que harás: 3×8 significa que harás 3 rondas de 8 repeticiones.

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Cómo progresar (aplicando el principio más importante del entrenamiento)

La única manera de progresar es seguir el principio de más importante del entrenamiento: la sobrecarga progresiva. En términos simples, significa hacer más que la vez pasada: hacer una repetición más, mejorar la profundidad en la sentadilla, descansar 20 segundos menos o aumentar un poco el peso. Es imperativo imponerle un poco más de estrés (LINK) a tu cuerpo en cada entrenamiento. Si siempre haces lo mismo, te quedarás igual.

Hay diferentes maneras de aplicar este principio. Nos concentraremos en tres:

  1. Mejorar la técnica y rango de movimiento en el ejercicio
  2. Hacer más repeticiones totales
  3. Agregar más carga

1. Mejorar la técnica y rango de movimiento en el ejercicio

Aunque no parezca, mejorar tu técnica es progreso; hacerlo significa estimular a más fibras musculares. Hay una gran diferencia entre hacer 15 sentadillas con pobre equilibrio que hacerlas de manera controlada.

Y no solo importa el control del ejercicio, sino el rango de movimiento. Una sentadilla más profunda trabajará más a tus glúteos y cuadríceps que una superficial, al igual que una lagartija donde tu pecho toque el piso es mejor que aquella que no lo hace. Empieza con un rango de movimiento que controles e increméntalo paulatinamente.

Cuando se trata de entrenar, la calidad es más importante que la cantidad.   

2. Hacer más repeticiones totales

Después de dominar la técnica del ejercicio, progresa al incrementar el número de repeticiones totales.

Repeticiones totales= series x repeticiones

El objetivo es incrementar la cantidad de trabajo que puedes tolerar. Para lograrlo, primero agrega más repeticiones a cada serie, y después agrega más series a cada ejercicio. Un ejemplo lo ilustra mejor:

Ejercicio
Lagartija/flexiones

 

Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3
6 reps 8 reps 10 reps
6 reps 8 reps 10 reps
6 reps 8 reps 10 reps
Total= 18 reps Total= 24 reps Total= 30 reps

 

Sesión 4
10 reps
10 reps
10 reps
10 reps
Total= 40 reps

Terminaste haciendo más del doble de trabajo de la primer sesión. Eso es progreso.

3. Agregar más carga

Una vez que hayas dominado la técnica y que hayas incrementando el número de repeticiones, habrás ganado el derecho de aumentar la carga. Haz incrementos pequeños, pero seguros: aumenta 5-15 libras en los ejercicios del tren inferior y 2.5-10 libras en los del tren superior. Si dudas, aumenta menos peso del que consideras necesario. (Más adelante veremos cómo seleccionar el peso adecuado).

Incrementa el número de repeticiones que haces con ese mismo peso (seguimos el punto #2 de la sobrecarga progresiva) antes de volver a aumentar de peso. Para guiar tus decisiones, utiliza “la regla de las 2-4 repeticiones”, veamos un ejemplo:

Ejercicio Series x repeticiones
Sentadilla copa 3×8-12

Selecciona un peso que te permita completar 3 series de 8 repeticiones (supongamos que escogiste 50 lbs). Cada sesión de entrenamiento haz 1-3 repeticiones más hasta que completes 12 repeticiones en todas las series con el mismo peso.

Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3
50 lb x 8 reps 50 lb x 10 reps 50 lb x 12 reps
50 lb x 8 reps 50 lb x 10 reps 50 lb x 12 reps
50 lb x 9 reps 50 lb x 11 reps 50 lb x 12 reps

Una vez logrado, incrementa el peso (asumamos que lo subiste a 60 lbs). Comienza otra vez con 3 series de 8 repeticiones y repite el proceso.

Sesión 4 Sesión 5
60 lb x 8 reps 60 lb x 9 reps
60 lb x 8 reps 60 lb x 9 reps
60 lb x 8 reps 60 lb x 10 reps
Total= 18 reps Total= 24 reps

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Recapitulando: guías generales de sobrecarga progresiva   

  • Domina la técnica y rango de movimiento del ejercicio antes de incrementar el número de repeticiones totales.
  • Incrementa el número de repeticiones totales antes de aumentar la carga
    • Si es un ejercicio con tu propio cuerpo (sentadilla, desplante, lagartija, etc.), llega hasta 15-25 repeticiones antes de añadirle carga.
    • Si es un ejercicio con peso (remo sentado con cable, peso muerto sumo con mancuerna, press de piso con mancuerna, etc.), aplica la “regla de las 2-4 reps” antes de aumentar la carga.
  • Si agregar más peso no es una opción (por falta de equipo), sigue incrementando las repeticiones totales.

Cada vez que entrenes, pregúntate: ¿qué puedo hacer para lograr más que la vez pasada?

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La importancia de registrar tus entrenamientos, tu memoria no es de fiar

Hay dos maneras seguras de aplicar la sobrecarga progresiva: registrando tus entrenamientos o teniendo memoria fotográfica. Te recomiendo la primera: por más que digas que sí, no podrás acordarte de cuánto peso levantaste y cuántas repeticiones hiciste en cada serie de cada ejercicio.

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Tener una bitácora de entrenamiento te muestra lo que realmente hiciste, no lo que tu memoria cree que hiciste. Así podrás superar lo que lograste en el entrenamiento pasado (al sacar una repetición más, al hacer otra serie o al levantar un poco más de peso). Pero si no registras nada, ¿cómo sabrás qué tienes que mejorar?

Las mejorías no tienes que ser grandes– una repetición más no se ve como mucho en papel–, pero son pequeñas victorias que se suman para obtener grandes resultados.

¿Cómo me debo de sentir al terminar un ejercicio? 

Un ejercicio debe ser suficientemente retador para crear una adaptación, pero no debe de ser tan difícil al grado de no te puedas mover el siguiente día. La mejor manera para medir tu esfuerzo es mediante un escala subjetiva de intensidad:

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En las primeras semanas entrena en la escala de 7-8. Paulatinamente incrementa la dificultad hasta llegar al 9 y ahí manténte.

Por ejemplo, si escoges mancuernas de 40 lbs para hacer 8 repeticiones de press banca y al terminar sientes que pudieras haber hecho 6 reps más, no cuentes la serie. Úsala como calentamiento e incrementa el peso a 45 lbs.

Si al terminar las 8 repeticiones con el nuevo peso sientes que solo pudieras haber sacado 2 más, seleccionaste el peso adecuado.

No tienes que matarte para obtener resultados. Entrenar a una intensidad de 10 es innecesario y contraproducente. El entrenamiento sirve para estimularte, no aniquilarte.

Sin embargo, esto no significa que entrenar tenga que ser fácil. Al principio es difícil valorar tu esfuerzo y saber lo que eres capaz de lograr. He tenido clientes que me dicen que solo pueden sacar 2 repeticiones más, pero al retarlos a sacar todas las que puedan terminan haciendo el doble de lo que originalmente habían pensado. No te apures, es una habilidad que afinarás con el tiempo.

¿Cuántas series y repeticiones tengo que hacer?

Las series y repeticiones no importan. Leíste bien, no importan –al menos no tanto como tú crees–. Lo que hace la diferencia es que apliques la sobrecarga progresiva, que mejores en algo cada vez que entrenes.

Ve a las series y repeticiones como una pendiente hacia arriba:

Series x Reps (1)

Para progresar tienes que ir subiendo. Usar 2×15 repeticiones o 3×10 es irrelevante, lo importante es que subas. Empieza con pocas repeticiones totales (2-3 series de 8-10 repeticiones) e increméntalas lentamente a través del tiempo.

Un ejemplo:

Semana Series x repeticiones Repeticiones totales
1 2×10 20
2 3×8 24
3 3×10 30
4 3×12 36
5 4×10 40

Llegarás a un punto en el que no podrás (ni querrás) seguir incrementando las series y repeticiones. Como regla general, llega a 4×10-12 en ejercicios con peso (press banca, remo con mancuerna, etc.) y a 4×15-25 repeticiones en ejercicio con tu propio peso (lagartija/flexiones, desplantes/zancadas, etc.) Una vez que llegues a ese punto incrementa el peso o busca variaciones del ejercicio más retadoras.

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¿Y qué me dices de “cardio”?

Hacer “cardio” está sobreenfatizado. No tienes que hacerlo para mejorar tu cuerpo y salud. Esto no significa que “cardio” no ayude, sino que es prescindible. Tu prioridad es el entrenamiento de resistencia (de fuerza, con pesas, con tu propio cuerpo)FOOTNOTE, cardio viene después.

FOOTNOTE: El entrenamiento de resistencia es cualquier tipo de entrenamiento en el que aplicas fuerza contra una resistencia externa, ya sea tu propio cuerpo, una barra, mancuernas, ligas, la carga de una máquina, o pesas rusas.

Si no te gusta, no tienes que hacerlo. El entrenamiento de resistencia es suficiente para mejorar tu condición física y definir tu cuerpo.

Si lo disfrutas, practícalo 1-2 veces por semana en tus días de descanso. Cómo implementarlo depende de dónde estés comenzando:

  • Si nunca has entrenado en tu vida, sal a caminar por 20-40 minutos. Camina a la velocidad que usarías si alguien te estuviera siguiendo.
  • Si caminar es muy fácil, usa cualquier modalidad que disfrutes: trotar, andar en bici o nadar. Hazlo por 20-40 minutos.
  • Si buscas otro reto o no tienes mucho tiempo, implementa intervalos en bicicleta:
    • Alterna 30 segundos de pedalear a una intensidad de 7-8 (ver escala arriba) con 90s a una intensidad de 2-3 (30s rápido, 90s lento, 30s rápido, 90s lento…). Haz 8 intervalos para un total de 16 minutos.
    • ¿Muy fácil? Cambia los intervalos de intensidad moderada a 45s y los de intensidad baja a 75s.

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En resumen

  • La mejor manera de entrenar para principiantes es entrenar todo el cuerpo tres veces por semana con 4-6 ejercicios.
  • Incluye al menos un ejercicio de cada grupo: empuje, tracción, dominante de rodilla, dominante de cadera y abdomen.
  • Aplica la sobrecarga progresiva (¿qué puedo hacer para lograr más que la vez pasada?). Solo recuerda, la mejorías en técnica vienen primero, los incrementos en repeticiones después y los aumentos en carga al último.
  • No tienes que matarte en cada entrenamiento. El objetivo es estimular a tu cuerpo, no aniquilarlo.
  • No le des tanta importante a las series y repeticiones, lo que importa es que superes lo que hiciste en el entrenamiento pasado.
  • Si no te gusta cardio, no tienes que hacerlo.

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¿Cómo puedo mejorar esta guía? ¿Qué duda te gustaría que resuelva?  

Entendiendo tu lesión: El lugar de tus síntomas no es el lugar del problema

Pepe sufre de dolor de rodilla desde hace unas semanas.

¿La causa? Quien sabe. Nunca se golpeó ni se cayó. El dolor se fue acumulando con el tiempo.

Va con el doctor, le revisa solamente la rodilla, le indica que tiene una “tendinitis” y le receta antiinflamatorios para solucionar el problema.

Los toma y el dolor desaparece. Pepe está más feliz que una lombriz. Pero cuando regresa a jugar fútbol la rodilla le empieza a molestar otra vez.

Regresa con el doctor para ver qué está pasando, pero la historia es la misma.

Tienes una tendinitis. Toma estos antiinflamatorios.”

Y el ciclo se repite.

ciclo

Los antiinflamatorios solo tapan el problema, en lugar de resolverlo. ¿Qué está pasando? ¿Cómo podemos explicar ésta lesión?

Es común culpar al lugar de tus síntomas como el lugar del problema.

Te duele la rodilla, así que hay revisar la rodilla y solamente la rodilla. Si el dolor viene de ahí, la causa de la lesión debe de estar ahí.

Este puede ser el caso en lesiones de contacto. Alguien te patea en un partido de fútbol y obtienes un esguince de rodilla.

Te lesionaste porque alguien te dio una patada ahí. El crimen no es difícil de resolver.

Pero esto no explica otro tipo de lesiones. Aquellas que se acumulan con el tiempo y un día aparecen de la nada, o aquellas que se hacen presentes por movimientos totalmente inofensivos como abrocharse las agujetas.

Podemos relacionar esto con una escena de crimen. Es lógico querer culpar al primer sospechoso. El que se encontraba más cerca de donde ocurrieron los hechos. Pero tal vez el culpable estaba lejos de ahí. Tal vez quien detonó la bomba se encontraba a kilómetros de donde se llevaron a cabo los sucesos.

Lo mismo sucede en nuestro cuerpo. Muchas veces la principal causa de tu lesión no se encuentra en el lugar de la lesión sino en un lugar alejado.

Usando el ejemplo anterior, la rodilla es el lugar de los síntomas más no es el principal culpable de ocasionarlos.

Esto es un fenómeno llamado interdependencia regional. Se refiere al concepto de como “disfunciones aparentemente no relacionadas en una región anatómica distante pueden contribuir, o estar asociadas, con la principal queja del paciente”.

En otras palabras, la causa de tu lesión puede estar lejos de tu lesión. El lugar de tus síntomas puede no ser el principal lugar del problema.

Todo está conectado.

La cadena cinética – una alteración en un eslabón afecta los otros

Por ejemplo, hay evidencia que sugiere que personas con dolor de espalda baja regularmente poseen menos movilidad en la cadera en comparación con pacientes asintomáticos.

Y hay casos en donde se obtienen resultados positivos al tratar la cadera para aliviar dolor de espalda baja (caso estudioestudioartículo).

Esto no es todas las situaciones, por supuesto. He observado casos de dolor de espalda baja con excelente movilidad de cadera.

Sin embargo, nos da una idea del papel de la interdependencia regional.

Otro ejemplo sería ver las cosas al revés. Es decir, analizar la espalda baja en casos de dolor de cadera.

Y eso es exactamente lo que hizo un estudio. El hecho de movilizar la espalda baja resultó en efectos positivos en corredores con dolor de cadera.

También podemos encontrar una relación entre la cadera y la rodilla.

Por ejemplo, movilizar la cadera ha resultado en aumento de movilidad y disminución en dolor en pacientes con osteoartritis de rodilla (estudio).

Así mismo, se ha encontrado una relación entre dolor patelofemoral y debilidad en los músculos de la cadera (revisión). Esto sugiere que fortalecerlos sería una buena herramienta terapéutica.

También se ha mostrado una asociación entre restricción en movilidad de tobillo y dolor de rodilla. Y hay intervenciones en las que incrementar ese rango de movimiento resulta en disminución de los síntomas.

Para exagerar las cosas, se ha visto que una dorsiflexión limitada en el dedo gordo del pie y tobillo pueden ser un factor en casos de dolor de espalda baja (estudioestudio).

Así es. Una falta de movilidad en el dedo gordo puede estar relacionado con dolor de espalda baja.

Una rigidez en tu tobillo y/o dedo gordo alterará la manera que caminas (o corres). Esto ocasionará compensaciones hacia arriba en la cadena cinética y no hará a tu espalda muy feliz.

Una vez más, todo está conectado.

Si nos vamos al tren superior, podemos ver relaciones similares:

  • Intervenciones en la columna cervical han mostrado efectos positivos al tratar dolor lateral en los codos.
  • Un estudio encontró que intervenir en la columna torácica resulta en alivios en dolor de cuello.
  • Otro estudio concluyó que manipular la columna torácica se han visto mejorías en dolor y movilidad del hombro al manipular la columna torácica.

La lista puede seguir y seguir.

Entonces, ¿nuestra lesión causó la disfunción en otra articulación o la disfunción en otra articulación causó nuestra lesión?

Es una cuestión del huevo y la gallina.

¿Qué fue primero?

La respuesta no es tan fácil de encontrar. Lo importante es ver la interrelación entre todo el sistema corporal.

En otras palabras:

1. Ve al cuerpo humano de manera holística. Es un todo donde cada una de sus partes están interrelacionadas. Todo está conectado.

2. El lugar de tu lesión no siempre es la causa de tu lesión. Muchas veces el problema puede encontrarse en una o varias articulaciones arriba o debajo de donde están los síntomas. Para aliviarlo, a veces es necesario trabajar en áreas que aparentemente no tienen nada que ver con el la lesión. No estoy diciendo que ignores el sitio de la principal queja, sino que es necesario explorar en otros lados.

¿Qué hacer con esta información?

Tú, como paciente, busca a un buen profesional de salud que evalúe no solo el lugar de la lesión, sino todo el sistema corporal.

Si sufres de una lesión de espalda baja, ¿fuiste también evaluado en la cadera y columna torácica?

Si sufres de una lesión de rodilla, ¿fuiste también evaluado en el tobillo y la cadera?

Si sufres de dolor en el codo, ¿fuiste evaluado en el hombro, cuello y columna torácica?

Lo mismo aplica para cualquier otra articulación.

Tú, como profesional de salud, no solo te concentres en el lugar del problema, sino en la interrelación de todo el sistema musculo esquelético. Si aún no lo haces, la evidencia sugiere que deberías de empezar.

Si piensas que alguien se puede beneficiar de este artículo, por favor compárteselo. Gracias por leer.